Contribuye a consolidar la imagen de credibilidad de la empresa frente a los consumidores aumentando su competitividad en el mercado.
Es una herramienta muy eficaz para gestionar y poder asegurar la inocuidad de los alimentos .
Favorece la comunicación entre las empresas y las autoridades sanitarias ya que facilita el cumplimiento de los requisitos legales de higiene .
Menos gastos ya que favorece el uso más efectivo de los recursos de la empresa, empleando medidas preventivas en las etapas del proceso, en lugar de costosos análisis e inspecciones del producto final.
Motiva al personal manipulador a trabajar en equipo y comprometerlo con la seguridad alimentaria.
Se adquiere un v alor probatorio legal en casos de pleito, esto es, la empresa puede demostrar que ha adoptado las medidas posibles para asegurar la inocuidad de sus productos, quedando eximida de responsabilidad en un determinado problema de seguridad alimentaria.