Control de plagas en épocas específicas del año

Las plagas son organismos que se alimentan o se aprovechan de otros seres vivos o de sus recursos. Pueden ser insectos, roedores, aves o microorganismos, entre otros. Su presencia puede ocasionar diversos problemas, como daños materiales, sanitarios, legales o reputacionales.

El control de plagas es una necesidad y una obligación legal para garantizar la salud y la seguridad de las personas y el medio ambiente. Sin embargo, el control de plagas no es una tarea estática ni uniforme. Las plagas pueden variar según la época del año, adaptándose a las condiciones climáticas, a la disponibilidad de alimento y a los ciclos biológicos.

En este artículo te explicaremos qué plagas aparecen en cada época del año y cómo combatirlas de forma eficaz y profesional. Así podrás proteger tu hogar o tu negocio de estos indeseables invasores.

La primavera es una estación de transición entre el frío del invierno y el calor del verano. Es una época de renacimiento y crecimiento para la naturaleza, pero también para las plagas. Algunas de las plagas más comunes en primavera son:

• Las hormigas: son unos insectos sociales que viven en colonias organizadas. Se alimentan de sustancias dulces o grasas que encuentran en los hogares o los negocios. Pueden causar daños en los alimentos, en los cables o en las estructuras de madera.
• Las termitas: son unos insectos sociales que viven en colonias subterráneas. Se alimentan de la celulosa que contienen la madera y el papel. Pueden causar daños estructurales graves en los edificios o los muebles.
• Las avispas: son unos insectos alados que viven en nidos colectivos. Se alimentan de néctar, polen o insectos. Pueden causar molestias por sus zumbidos o sus picaduras, que pueden provocar reacciones alérgicas.

Para combatir estas plagas en primavera, se recomienda:

• Mantener una buena higiene y limpieza en el interior y el exterior del hogar o del negocio. Evitar dejar restos de comida o basura que puedan atraer a las hormigas o a las avispas.
• Revisar periódicamente el estado de la madera o el papel que pueda haber en el hogar o el negocio. Detectar posibles signos de termitas, como agujeros, túneles o aserrín.
• Eliminar o sellar posibles entradas o refugios para las plagas. Tapar grietas, agujeros o fisuras por donde puedan acceder las hormigas o las termitas. Retirar objetos o vegetación que puedan servir de nido para las avispas.
• Aplicar productos específicos para prevenir o eliminar las plagas, mediante una empresa profesional, que pueda usar cebos, geles o sprays para las hormigas. También pueden usar inyecciones, fumigaciones o atmósfera controlada para las termitas. Usar trampas, aerosoles o espumas para las avispas
  

¿Qué plagas aparecen en verano?

El verano es una estación de calor y sequedad que favorece la actividad y la reproducción de muchas plagas. Algunas de las plagas más comunes en verano son:

• Las cucarachas: son unos insectos omnívoros que se adaptan a cualquier ambiente. Se alimentan de restos orgánicos que encuentran en los hogares o los negocios. Pueden causar daños en los alimentos, en los textiles o en los aparatos eléctricos.
• Los mosquitos: son unos insectos alados que se alimentan de la sangre humana o animal. Se reproducen en aguas estancadas o con poca corriente. Pueden causar molestias por sus zumbidos o sus picaduras, que pueden transmitir enfermedades como el dengue, la malaria o la fiebre amarilla.
• Las chinches de la cama: son unos insectos parásitos que se alimentan de la sangre humana. Se esconden en colchones, somieres, ropa de cama o muebles cercanos a las personas. Pueden causar reacciones alérgicas, irritación, picor o insomnio.

Para combatir estas plagas en verano, se recomienda:

• Mantener una buena ventilación e iluminación en el interior del hogar o del negocio. Evitar el exceso de humedad o de temperatura que pueda favorecer el desarrollo de las cucarachas o los mosquitos.
• Revisar periódicamente el estado de los colchones, las sábanas, las cortinas o los muebles que puedan estar en contacto con las chinches. Detectar posibles signos de chinches, como manchas negras o rojas, pieles mudadas o huevos blancos.
• Eliminar o reducir posibles fuentes de alimento o agua para las plagas. Guardar los alimentos en recipientes herméticos y limpiar los restos de comida o basura que puedan atraer a las cucarachas. Eliminar o tratar los recipientes o zonas con agua estancada que puedan servir de criadero para los mosquitos.
• Usar repelentes, velas o difusores para los mosquitos.
  

El otoño es una estación de transición entre el calor del verano y el frío del invierno. Es una época de cambios y adaptaciones para la naturaleza, pero también para las plagas. Algunas de las plagas más comunes en otoño son:

• Los roedores: son unos mamíferos omnívoros que se adaptan a cualquier ambiente. Se alimentan de restos orgánicos que encuentran en los hogares o los negocios. Pueden causar daños en los alimentos, en los cables, en las tuberías o en las estructuras de madera.
• Las arañas: son unos artrópodos depredadores que se alimentan de insectos u otros artrópodos. Tejen telas para capturar a sus presas o se esconden en grietas o rincones. Pueden causar molestias por su aspecto o sus picaduras, que pueden provocar reacciones alérgicas.
• Las polillas: son unos insectos alados que se alimentan de fibras naturales como la lana, el algodón o la seda. Se desarrollan en ambientes oscuros y con poca ventilación, como los armarios, los cajones o las maletas. Pueden causar daños en la ropa, las alfombras, los tapices o los libros.

Para combatir estas plagas en otoño, se recomienda:

• Mantener una buena higiene y limpieza en el interior y el exterior del hogar o del negocio. Evitar dejar restos de comida o basura que puedan atraer a los roedores o a las arañas.
• Revisar periódicamente el estado de los alimentos, los textiles, el papel o la madera que pueda haber en el hogar o el negocio. Detectar posibles signos de hongos, como manchas, moho u olor desagradable.
• Eliminar o sellar posibles entradas o refugios para las plagas. Tapar grietas, agujeros o fisuras por donde puedan acceder los roedores o las arañas. Guardar la ropa en bolsas herméticas o con naftalina para evitar que las polillas la dañen.
• Usar aspiradoras, escobas o sprays para las arañas. Usar fungicidas, lejía o vinagre para los hongos.
  

¿Qué plagas aparecen en invierno?

El invierno es una estación de frío y humedad que dificulta la actividad y la reproducción de muchas plagas. Sin embargo, algunas plagas pueden aprovechar el calor y el refugio que les ofrecen los hogares o los negocios para sobrevivir y proliferar. Algunas de las plagas más comunes en invierno son:

• Los piojos: son unos insectos parásitos que se alimentan de la sangre humana o animal. Se adhieren al cuero cabelludo o al pelo de las personas o de las mascotas. Pueden causar picor, irritación, infecciones o pediculosis.
• Las pulgas: son unos insectos alados que se alimentan de la sangre humana o animal. Se esconden en el pelo o en la ropa de las personas o de las mascotas. Pueden causar picor, irritación, alergias o enfermedades como el tifus o la peste.
• Los ácaros: son unos artrópodos microscópicos que se alimentan de células muertas de la piel humana o animal. Se desarrollan en ambientes cálidos y húmedos, como los colchones, las almohadas, las mantas o los sofás. Pueden causar alergias, asma o dermatitis.

Para combatir estas plagas en invierno, se recomienda:

• Mantener una buena higiene personal y de las mascotas. Lavarse el pelo con frecuencia y usar productos específicos para prevenir o eliminar los piojos o las pulgas. Cepillar y desparasitar a las mascotas regularmente.
• Revisar periódicamente el estado de los textiles que puedan estar en contacto con las plagas. Detectar posibles signos de piojos, pulgas o ácaros, como huevos, larvas, excrementos o manchas.
• Lavar con agua caliente (a más de 50ºC) toda la ropa de cama, las cortinas, las alfombras y cualquier prenda o tejido que pueda estar infestado por las plagas. Secar todo en la secadora a alta temperatura durante al menos 20 minutos.
• Aplicar productos específicos para prevenir o eliminar las plagas. Usar lociones, champús o peines para los piojos. Usar sprays, polvos o collares para las pulgas. Usar acaricidas, antihistamínicos o cremas para los ácaros.
  

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