La madera es uno de los materiales más antiguos y versátiles que existen. Su belleza, calidez y resistencia la hacen ideal para múltiples usos, desde estructuras arquitectónicas hasta piezas de arte. Sin embargo, la madera también es susceptible de ser atacada por diferentes tipos de plagas, que pueden causar daños irreparables si no se detectan y se tratan a tiempo.
En este artículo te explicaremos
qué son las plagas de la madera, cómo identificarlas y qué soluciones existen para prevenirlas y combatirlas. Así podrás proteger tus muebles, vigas, puertas y otros elementos de madera de estos enemigos silenciosos.
Las plagas de la madera son aquellos organismos que se alimentan de la celulosa, la lignina o el almidón que contiene la madera, provocando su descomposición y debilitamiento. Estos organismos pueden ser hongos o insectos, y se clasifican según el tipo de madera que atacan, el grado de humedad que requieren y el tipo de daño que producen.
Los hongos son los responsables de la pudrición de la madera, que puede ser blanca, parda o blanda según el aspecto que adquiere la madera afectada. Los hongos necesitan una humedad elevada para desarrollarse, por lo que suelen aparecer en zonas con filtraciones, condensaciones o falta de ventilación.
Los insectos son los causantes del agujereado o perforado de la madera, que se produce por la acción de las larvas que roen el interior de la madera hasta convertirse en adultos y salir al exterior. Los insectos más comunes son las termitas y las carcomas, aunque también existen otros como los capricornio o los escarabajos.
Las termitas son insectos sociales que viven en colonias y se alimentan de la celulosa de la madera. Pueden ser subterráneas o de la madera seca según su hábitat y su forma de atacar. Las termitas subterráneas construyen galerías subterráneas o túneles terrosos para acceder a la madera desde el suelo, mientras que las termitas de la madera seca perforan directamente la madera desde el interior.
Las carcomas
son insectos solitarios que ponen sus huevos en las grietas o fisuras de la madera. Las larvas eclosionan y empiezan a comer la madera formando galerías hasta llegar a la fase adulta, momento en el que salen al exterior dejando un agujero característico. Las carcomas pueden ser anóbidos, líctidos o cerambícidos según el tamaño del agujero y el tipo de aserrín que generan.
La detección precoz es fundamental para evitar que las plagas de la madera causen daños irreversibles o pongan en riesgo la estabilidad estructural o la seguridad de las personas. Para ello, es conveniente realizar revisiones periódicas y estar atento a los siguientes signos:
El tratamiento de las plagas de la madera dependerá del tipo y el grado de infestación, así como del estado y la ubicación de la madera afectada. En general, existen dos tipos de tratamientos: los preventivos y los curativos.
Los tratamientos preventivos son aquellos que se aplican sobre la madera sana o nueva para evitar que sea atacada por las plagas. Estos tratamientos pueden ser físicos, como el secado, el calor o el frío, o químicos, como el uso de barnices, pinturas o impregnantes que contienen sustancias repelentes o tóxicas para los organismos xilófagos.
Los tratamientos curativos son aquellos que se aplican sobre la madera ya infestada para eliminar las plagas y evitar que se extiendan. Estos tratamientos pueden ser superficiales, como el cepillado, el lijado o el uso de sprays, o profundos, como la inyección, la fumigación o la atmósfera controlada. Estos últimos requieren de maquinaria especializada y personal cualificado para su correcta aplicación.
En cualquier caso, lo más recomendable es contactar con una empresa profesional en el tratamiento de plagas de la madera, como Higienisa, que te ofrecerá un diagnóstico preciso y una solución eficaz y garantizada. No esperes más y solicita tu presupuesto sin compromiso.